domingo, 16 de mayo de 2010
Apuesta por el Pisco
Ricardo Carpio nos cuenta cómo fueron los inicios de Piscobar, un lugar que es un hogar más que un negocio y en donde se apuesta por impulsar un producto netamente nacional. Un lugar para aprender a saborear y conocer el Pisco peruano.
En una esquina miraflorina se ha levantado un bar que realza las bondades del pisco, por ello, su nombre no podía ser otro que Piscobar. “Es muy complicado hacer empresa en el Perú porque todos te ponen trabas”, dice el joven empresario al contar la odisea que tuvo que pasar para reconstruir el local y sacar los perisos de la municipalidad. Además, también sufrió engorrosos procesos para conseguir la licencia de funcionamiento. Tanto así que tuvo que enfretarse a un funcionario con el sólido argumento de que su empresa era un negocio provechoso para el país, que intentaba hacer renacer un producto peruano. En una semana, luego de dicho arrebato, logró tener en sus manos la licencia y pudo al fin abrir las puertas de su bar.
Lo rescatable de Piscobar es que ha logrado sobrevivir en un mercado que no tiene un consumo masivo de esta bebida. Cuenta el empresario que fueron seis largos meses en los que no veía entrar a una sola persona en su local. Sin embargo, lo que lo impulsaba a seguir en el negocio no era sólo el dinero invertido, sino también la misión de fomentar un producto nacional de tan buena calidad como es el pisco. A ello, se le suma una tradición familiar por esta bebida, inculcada por el abuelo.
La misión de este pequeño negocio era y es impulsar el cariño hacia el pisco, para que este modo deje de ser un producto subvalorado en el mercado nacional.
“Aquí viene gente a la que le gusta tomar pisco y quiere aprender de él. Viene para cambiar sus hábitos de beber sólo pisco sour”.
Piscobar se mantiene firme en su tarea de propagar la buena calidad del pisco. La única publicidad del local es invitar a la gente a degustar este licor, ya que ya que como dice el dueño del bar. No hay mejor publicidad que el bocón que invita a uno u otro. Así se va formando una cadena que va llenando el bar poco a poco. Esa es la substancial forma de darse a conocer y eso es lo que hace a este local hace dos años y medio: usar al bocón como principal esfuerzo de superación de ésta empresa, para generar mayor consumo, mayor asistencia, para darle un pensamiento distinto a todos los que los visitan; pues sino no se genera el cambio y el pisco peligra con desaparecer.
Fuente: El Correo, Suplemento PYMES, setiembre 2005
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